La idea de comer insectos, orugas y hormigas puede darle escalofríos, pero los autores de un reporte de la ONU publicado el lunes dicen que los beneficios de consumir nutritivos insectos podría ayudar en la lucha contra la obesidad.
Más de mil 900 especies de insectos sirven como alimento en todo el mundo, en su mayoría en África y Asia, pero los occidentales en general rechazan comer saltamontes, termitas y otros platos crujientes.
Los autores de un estudio del Departamento de Silvicultura, parte de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), dijeron que muchos insectos contienen la misma cantidad de proteínas y minerales que la carne y más grasas saludables que los médicos recomiendan en dietas balanceadas.
Además de ayudar en la costosa lucha contra la obesidad, que la Organización Mundial de la Salud estima se ha casi duplicado desde 1980 y afecta a unos 500 millones de personas, los autores del reporte dijeron que la cría de insectos sería menos dependiente de la tierra que el ganado y produciría menos gases de efecto invernadero.
También crea oportunidades de negocio y exportaciones para personas de bajos recursos en países en desarrollo, especialmente mujeres, que con frecuencia son las responsables de recolectar insectos en las comunidades rurales.
Van Huis dijo que las barreras para disfrutar platos como yogur de larvas de abejas eran sicológicas, ya que en un estudio ciego realizado por su equipo, nueve de cada 10 personas prefirieron albóndigas hechas de carne y lombrices que las compuestas solo de carne.
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