Bajo la denominación Rendition Project, una investigación ha arrojado nueva luz sobre el funcionamiento del programa de la CIA para detener y trasladar a sospechosos de terrorismo a prisiones secretas alrededor del mundo tras los atentados del 11 de septiembre.
En la controvertida operación estadunidense, apoyada por gobiernos como Gran Bretaña y España, según se documenta, habría más de 11 mil vuelos involucrados desde 2002, de los cuales mil 556 están clasificados como vuelos confirmados de entregas extraordinarias de presuntos integrantes de Al Qaeda, o que se cree, con base en la evidencia, tuvieron dicha función.
De acuerdo a la información que empezó a darse a conocer en la prensa en 2005, la CIA no sólo ocupó el espacio aéreo europeo y otros países para trasladar detenidos, sino también aterrizaba en sus pistas y recargaba combustible sin tener que revelar nombres de los sospechosos por terrorismo que llevaba a bordo, como fue el caso de dos hombres que fueron secuestrados en Suecia y trasladados a Egipto, donde sufrieron años de tortura, y otro capturado en Pakistán y llevado a una prisión secreta en Rumania.
Los datos recogidos desde hace tres años por Rendition Project muestran la magnitud del apoyo logístico del Reino Unido para el programa de vuelos secretos de la CIA: los aviones asociados a las operaciones de entregas extraordinarias aterrizaron en aeropuertos británicos en más de mil 600 ocasiones, señala en su edición de hoy en diario The Guardian.
"Vuelos ficticios"
Asimismo, los investigadores han confirmado 20 vuelos "ficticios" o casos en que los controladores aéreos registraban una trayectoria de vuelo, pero la aeronave tomaba una ruta diferente para pasar por aeropuertos en el camino y recoger o dejar a un detenido.
Cerca de una docena más de rutas de vuelo están marcados como posibles vuelos simulados.
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